Hidratación Deportiva
Hidratarse correctamente durante la práctica de deporte, es fundamental, ya que ayuda a que no se produzcan lesiones y acelera la recuperación corporal.
¿Por qué hidratarse entrenando?
Según el Comité Científico del Instituto de Investigación de Agua y Salud (IIAS), el agua que eliminamos a través de nuestras necesidades fisiológicas puede ascender a 2,5 litros.
Esta pérdida de agua se produce a través de la orina, la respiración y el sudor.
Al hacer ejercicio se incrementa la sudoración y con cada gota de sudor, perdemos minerales (magnesio, calcio, hierro, zinc…), electrolitos (sodio, cloro, potasio…) y otros componentes necesarios para el correcto funcionamiento corporal.
Estos minerales y electrolitos, de hecho, son imprescindibles para el correcto estado de nuestros músculos, articulaciones y tendones.
Por eso, cuando practicamos deporte, antes de que aparezcan los primeros síntomas de deshidratación, es muy importante compensar esa pérdida hidratándonos correctamente.
Si no nos hidratamos de forma adecuada, pueden aparecer los primeros síntomas de deshidratación, que incluyen: fatiga, malestar, pérdida de apetito y dolores de cabeza y pueden desembocar en espasmos musculares, confusión mental y dificultades para hablar, problemas de equilibrio etc.
Además, la deshidratación hace que la frecuencia cardiaca aumente, al igual que la temperatura corporal.
El rendimiento deportivo disminuye hasta un 40%, cuando sudamos, ya que el sudor regula la temperatura corporal. Si perdemos 1 litro de agua, nuestro organismo aumenta 0.3°C y el ritmo cardíaco sube 8 pulsaciones por minuto lo que provoca un mayor estrés, más esfuerzo y menor rendimiento.
Estos son algunos consejos para hidratarse en la practica de cualquier actividad física :
- Procura tomar suficiente líquido durante la jornada. El agua es fundamental y más con este calor.
No hay que beber 1 litro de agua en menos de media hora, sino beber muchos tragos pequeños durante todo el día. Estar bien hidratado te hará sentir con más energía.
- Mientras haces ejercicio, debes seguir el mismo patrón y ser constante ya que con la sudoración perdemos más minerales y electrolitos.
- Es importante hidratarse bien antes de cualquier actividad física, por eso 15 minutos antes de cualquier esfuerzo convendría beber agua o una bebida energética que te aporte los minerales y el agua necesaria para soportar esa actividad.
- Tenemos que tener en cuenta que cuando sentimos la sensación de sed, es que ya estamos deshidratados. Algunos síntomas comunes a tener en cuenta para identificar esta sensación de deshidratación son:
- Sed.
- Disminución del rendimiento.
- Fatiga.
- Nauseas o vómitos.
- Dolor de cabeza.
- Calambres musculares.
- Mareos.
- Golpes de calor.
- Debemos hidratarnos también después de entrenar, eso nos ayudara a prevenir lesiones y a recuperarnos más rápidamente. Cuando la deshidratación se prolonga, caen los niveles de Potasio y Magnesio y ponen en riesgo nuestra integridad física exponiéndonos a lesiones innecesarias, a sufrir calambres, fatiga muscular y provocando una de las 9 causas más comunes de lesiones en el deportista.
- Las bebidas isotónicas, también son una buena alternativa, ya que con ellas podemos recuperar algunos de los minerales que se pierden durante el ejercicio. Elije aquellas que no tengan una gran cantidad de azucares añadidos. El agua de coco, es también, una buena opción.
- Las bebidas con un nivel alto de proteínas ayudarán a recuperar rápidamente.
Cualquier duda consulta a los monitores de la sala, en recepción o en las clases, te ayudarán en lo que necesites.
