Cómo mejorar el ritmo de carrera. Diez consejos.

Correr es un ejercicio con innumerables beneficios. Mejora nuestro nivel de colesterol, y es beneficioso también para mejorar dolencias como la diabetes y la hipertensión arterial, además, nos ayuda a perder peso sin perder masa muscular, previene la osteoporosis y fortalece los músculos y nuestro corazón. También ayuda a nuestra circulación sanguínea, aumenta nuestra capacidad pulmonar y nos ayuda a combatir el estrés.

Cada vez son más las personas que practican este deporte por sus numerosos beneficios, pero también muchas lo abandonan porque no ven un progreso.

Cuando comenzamos a entrenarnos en carrera, nuestra velocidad suele mejorar con la carrera continua, pero puede llegar un momento de estancamiento, y para continuar con nuestra progresión es posible que necesitemos realizar algún cambio en nuestra forma de entrenar.

Hombre corriendo

Por eso, lee atentamente estos consejos si quieres mejorar tu marca y afrontar nuevos retos en tu plan de entrenamiento:

  1. Practica en entrenamiento interválico.

Este tipo de entrenamiento es perfecto para aumentar nuestra capacidad de esfuerzo y nuestro rendimiento.
Consiste en realizar distintas series con el fin de lograr un aumento del volumen de entrenamiento a una intensidad determinada, que con un método de entrenamiento continuo no lograríamos alcanzar. Dividiremos el esfuerzo en fracciones más pequeñas e introduciremos pausas, de manera que podamos correr durante más tiempo a una intensidad alta. Este tipo de entrenamiento hace posible una mayor adaptación a nivel cardiovascular y metabólico.
Las series se realizan a ritmos similares y superiores a los ritmos de competición, y a una intensidad superior al umbral anaeróbico. Gracias a esto, podremos habituar a nuestro cuerpo a satisfacer demandas de energía que serán incluso mayores a las que se emplearán posteriormente.

  1. Practica fartleck.

Este tipo de entrenamiento es muy parecido al entrenamiento interválico. La diferencia radica en que en el fartleck no hay descanso, sino solo variaciones en la velocidad con partes rápidas y partes lentas. Consiste en correr durante cierto tiempo a un ritmo muy rápido y luego recuperar al trote. Al cambiar nuestro ritmo de carrera fortalecemos el corazón y lo preparamos para que, en el momento de la competición puedas aumentar tu velocidad.

  1. Trabaja la técnica de carrera.

Trabajar tu técnica es fundamental para mejorar tu eficiencia y poder mantener un mayor ritmo durante más tiempo.
Perfeccionar por ejemplo que nuestra zancada sea ligeramente más amplia, nos ayudará a gastar menos energía y a ser más eficiente.

  1. Realiza series en cuesta.

En cuesta, nuestra musculatura trabaja con mayor intensidad que corriendo sobre terreno llano, por lo que el resultado será una zancada más eficiente y un aumento en nuestra velocidad.

  1. Trabaja la coordinación y la frecuencia.

Entrenar tu coordinación no solo hará que tus pies se muevan más rápido, también te ayudará a hacer que su impulso sea más veloz y efectivo. Por ejemplo, saltar a la cuerda a modo de calentamiento, además de mejorar considerablemente la coordinación, ayuda a coger fuerza en las piernas y en el abdomen.

  1. Haz entrenamiento de distancia.

Los rodajes largos te ayudaran a mejorar tu resistencia.

  1. Mantén un peso corporal adecuado.

Una buena alimentación es la base para que podamos rendir mejor en cualquier deporte.

  1. Controla tu respiración.

Respirar correctamente es básico para mejorar el ritmo de carrera. La respiración debe mantenerse estable durante la carrera para que no interfiera en la velocidad y en el ritmo. Cuando la respiración se entrecorta aumenta nuestra fatiga y el ritmo disminuye.

  1. Utiliza calzado y ropa cómoda.

Un calzado adecuado y una ropa ligera, te facilitará un entrenamiento más productivo. Presta especial atención al calzado. Utilizar unas zapatillas no adecuadas puede facilitar que se produzcan lesiones durante el entrenamiento.

  1. Entrena todas las semanas.

Como en cualquier deporte, la constancia es clave. Si entrenas de manera irregular, te será muy difícil lograr avances significativos. Procura mantener una rutina de entrenamiento semanal constante.

Por eso, si quieres comenzar a mejorar el ritmo de carrera y lo tuyo es el running, lo ideal es que preguntes a tu entrenador o a tu especialista en tu gimnasio, para que te indiquen cual es la forma correcta de ejecución, de acuerdo a tu forma física y a tus objetivos.

Recuerda que en JOYFIT, contamos con profesionales cualificados que te ayudaran y guiaran en estas cuestiones.

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